A principios de 2022, el Centro de Investigación Pew informó que cuatro de cada diez latinos en Estados Unidos temen que ellos o un ser querido puedan ser deportados. Las políticas de inmigración han cambiado drásticamente en los últimos años, y se esperan más cambios en el próximo año. Para muchos inmigrantes, encontrar una asistencia fiable y de confianza puede ser un reto y darles miedo. Sin embargo, hay organizaciones, tanto a nivel nacional como local, que trabajan para que toda persona, independientemente de su estatus de ciudadanía, reciba ayuda en todos los aspectos de su vida, especialmente cuando se trata de entender la ley y sus derechos.
Shannon Kelly, directora general de Caridades Católicas de Orange, Sullivan y Ulster, lleva más de una década trabajando con las comunidades de inmigrantes. “Caridades Católicas en el condado de Sullivan proporciona una variedad de servicios. Una gran cantidad de servicios de tratamiento de la salud del comportamiento. Muchos servicios de gestión de casos, ayuda con el alquiler, los servicios públicos, la comida, el transporte, la medicación y cosas así. Y luego proporcionamos servicios legales de inmigración en una especie de rotación”, explicó Kelly.
Hace dos años que no se celebra una sesión informativa en el condado de Sullivan debido a la pandemia del COVID-19. Tras este largo paréntesis, el 9 de julio de 2022 se celebró la primera Clínica Jurídica Comunitaria en el condado, en Liberty, NY. Los individuos se reunieron uno a uno con abogados para discutir una variedad de asuntos legales, incluyendo los derechos y procesos de inmigración, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), la ayuda para el alquiler y la vivienda, y los derechos en el lugar de trabajo. Cada clínica proporciona información a más de ochenta personas y familias con abogados formados en derecho de la inmigración y que han ayudado en clínicas anteriores.
Cada clínica se enfrenta a su propio conjunto de retos, pero el más importante es informar al público de estos eventos. Sin embargo, han descubierto que crear y mantener una presencia positiva en las comunidades que visitan ha resultado beneficioso. “Conocen a Caridades Católicas; confían en nosotros como un lugar donde pueden obtener un buen consejo”, explica Kelly. Después de la clínica, los que necesitan asistencia adicional o futura son remitidos a otros programas.
Además de acoger la clínica jurídica, Caridades Católicas ofrece otros programas para los miembros de la comunidad. “Nos gusta dar a conocer a la gente nuestro tratamiento de salud conductual porque la gente desde su viaje a los EE.UU. puede haber tenido algún trauma involucrado”, declaró Kelly. “Trabajamos directamente con nuestro equipo de inmigración para que los clínicos de salud conductual también puedan estar preparados para ayudar a la gente con el tratamiento clínico si es necesario. Nos gusta saber que todos los sectores de la población que se vieron afectados por los retos de la pandemia en términos de aislamiento, ansiedad, automedicación, uso de más drogas y alcohol que antes.” Kelly añadió que también tienen un centro de distribución de alimentos en Monticello que ofrece un servicio de entrega a las familias que se han visto obligadas a entrar en cuarentena a causa de la pandemia.
Para obtener más información sobre Caridades Católicas y las futuras Clínicas Jurídicas Comunitarias, visite https://catholiccharitiesoc.org/.