El trastorno por consumo de opioides ha tenido un impacto devastador aquí en Sullivan County, si se tiene en cuenta el número de vidas que se han perdido, las familias destrozadas y la carga económica que soportan los servicios médicos, policiales y sociales.

Se han conseguido algunos avances en la reducción del estigma que rodea a los trastornos médicos. Por ejemplo, la educación pública y el uso generalizado de medicamentos eficaces han desmitificado la depresión, haciéndola algo menos tabú ahora que en generaciones pasadas. Sin embargo, se ha avanzado poco en la eliminación del estigma que rodea al trastorno por consumo de opioides (TCO). Se sigue culpando a las personas con TCO de su trastorno. La opinión pública e incluso muchos profesionales de los sistemas de salud y de justicia penal siguen considerando la adicción como el resultado de una debilidad moral y un carácter defectuoso. Esto impide que las personas con TCO reciban la mejor atención posible y provoca muertes por sobredosis.

Si queremos que las personas con trastorno por consumo de opioides de [insert community name] vuelvan a trabajar y a estudiar, cuiden de sus familias y contribuyan a la sociedad, tenemos que asegurarnos de que los medicamentos para el trastorno por consumo de opioides, como la naltrexona, la metadona y la buprenorfina, estén disponibles en nuestra comunidad. Los proveedores formados y dispuestos a recetar medicamentos para el trastorno por consumo de opioides y los farmacéuticos bien informados que almacenan estos medicamentos son cruciales para la capacidad de nuestra comunidad de ayudar a reducir las muertes por sobredosis.

Tenemos que ser una comunidad que anime a las personas con trastorno por consumo de opioides a buscar ayuda médica, en la que los empresarios contraten a personas que participen en programas de recuperación y en la que los delincuentes no violentos, cuando sea apropiado, sean remitidos a programas de recuperación.

Tenemos que ser una comunidad que respete el valor que supone vivir y superar el trastorno por consumo de opioides. Tenemos que entender que el uso de medicamentos para el trastorno por consumo de opioides no es “cambiar una adicción a las drogas por otra”, es una forma de tratar un cerebro que ha sido en efecto recableado por la exposición excesiva a los opioides. Estos medicamentos han demostrado científicamente ser la forma más confiable y eficaz de controlar la enfermedad.

Debemos comprender que la gravedad y la persistencia del trastorno por consumo de opioides varían, y que a veces estos medicamentos deben continuarse incluso indefinidamente. Tenemos que animar a las personas con trastorno por consumo de opioides a buscar tratamiento y a permanecer en él todo el tiempo que sea necesario.

Acabar con el estigma no es fácil. El cambio tiene que venir de todos los ángulos, lo que implica cambiar los corazones y las mentes de las personas con trastorno por consumo de opioides (TCO), los seres queridos de las personas con TCO, los responsables políticos y los proveedores de atención médica. Debe haber un mayor reconocimiento de que el TCO es una enfermedad crónica y de que existen medicamentos aprobados por la FDA que pueden ayudar a las personas con TCO a controlar su enfermedad y lograr una recuperación a largo plazo.

Todo el mundo puede marcar la diferencia creando un entorno sin estigmas para las personas con TCO en su familia, comunidad, lugar de trabajo o entorno de atención médica. Más información: www.HealTogetherNY.org/Sullivan-es

Melisa Stickle

Director of Community Services 

in Sullivan County